El fenómeno de El Niño: un reto pendiente en la gestión pública
[Por Edinson Palacios Valderrama]
El fenómeno de El Niño, es un episodio de origen climático relacionado directamente al calentamiento gradual del océano Pacífico, provocando intensas precipitaciones, bajo un comportamiento cíclico que se produce cada 3 o 7 años.
Entre los meses de enero y marzo de 2017, el norte peruano fue escenario de una situación muy devastadora, ocasionado directamente por las fuertes lluvias, conllevando así a huaycos, inundaciones y demás daños generados por este fenómeno.
Antecedentes del fenómeno de El Niño
Sin embargo, cabe precisar que este contexto ya tiene fuertes antecedentes. En los años 1982 - 1983, el fenómeno de El Niño alcanzó una gran intensidad, la misma que es comparable a la alcanzada por el mismo fenómeno en 1997 – 1998, ésta a su vez la hace nuevamente comparable en la magnitud en términos de impacto del más reciente daño suscitado en el 2017.
Si bien es lamentable el escenario que se nos presenta, es crucial comprender las deficiencias en atención estatal y reconocer la necesidad de una comprensión más profunda de brechas existentes, evidenciadas por un débil nivel de planificación estratégica en materia de gestión de riesgos y atención en desastres, presentando una de unas nuestras debilidades como país.
Predicciones para el verano 2024
En lo que va del 2023, se pinta como un panorama no muy distinto a puertas de afrontar dicho evento, pues se prevé que la intensidad del El Niño Global será aún mayor. Según el informe de la Comisión Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN, 2023), las predicciones para el verano del 2024 califican en una magnitud moderada/fuerte, con la ocurrencia de lluvias por encima de lo normal en la costa norte y la sierra norte, sin descartar lluvias intensas especialmente en la región noroccidental del país, estimando una situación de alerta.
La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios
En el año 2017, se fundó la institución estatal Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, con el fin de restituir la infraestructura física dañada y destruida por el Fenómeno de El Niño Costero. Si bien, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios tenía un papel netamente financiador y de monitoreo, en el año 2020, mediante el Decreto de Urgencia 040-2019, se le otorga la capacidad de unidad ejecutora. Posee un presupuesto de S/ 1,559 millones y a la fecha ha logrado ejecutar el 82.6%. Bajo este enfoque, es pertinente mencionar que se posiciona como una institución en cuanto mayor nivel de ejecución de proyectos se refiere.
Presupuesto ejecutado contra El Niño
Sin embargo, la otra cara de la moneda en este contexto es la particularidad de la precaria capacidad de gasto de los tres niveles de gobierno: nacional, regional y local. En el 2023, el Estado presupuestó S/ 3,656,759,146 para afrontar El Niño global y El Niño costero, del cual a inicio del último trimestre del 2023 solo se ha ejecutado un total de 5,7% evidenciando así un retraso en la ejecución presupuestal.
Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas |
De acuerdo a la tabla 1, el gobierno nacional es el nivel de gobierno quien posee la mayor cantidad de recursos, sin embargo, tan solo tiene un avance de S/78 425 042 lo que equivale apenas a un 2,5%. En cuanto al siguiente nivel de gobierno (gobiernos regionales, en conjunto) evidencia una ejecución de S/13 522 186, lo que porcentualmente corresponde a un total de 5,7. Por último los gobiernos locales tienen un avance de 55,0%, correspondientemente a S/111 337 866.
La ejecución presupuestal en regiones, evidentemente no es óptima, por lo contrario, refleja la poca capacidad de gestión de las autoridades y un perjuicio directo a la población. Si bien, existen casos muy excepcionales de algunos gobiernos basados bajo el enfoque de resultados buscados mediante el éxito de sus gestiones y el adecuado uso de dinero bajo el compromiso, transparencia y honestidad, aún queda pendiente el reto de la eficiente gestión de recursos públicos.
Evaluar las Políticas Públicas
La evaluación de la política pública debe considerar diversos parámetros orientados a medir hasta qué punto llega, a quiénes se desea orientar la atención y la forma cómo se logran los objetivos sociales propuestos por ella (Francke 1996:152) lo que implica, además, analizar la calidad de los servicios y su eficacia con relación a las necesidades de los usuarios.
Finalmente es necesario comprender el orquestar el trabajo de manera articulada entre los distintos niveles de gobierno y el óptimo capital humano a considerar, buscando siempre la calidad institucional. Se debe comprender que la inversión pública siempre debe priorizar una adecuada priorización que garantice eficientemente la gestión pública.
Los términos cuantitativos deben reflejar en términos cualitativos en pro de la población, que repercuta en bienestar. Es vital la planificación estratégica en políticas de prevención frente a los desastres de la naturaleza, de no hacerlo seguirá costando dos veces más el presupuesto y sin atención rápida ni de eficaz respuesta.