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Lloviendo sobre mojado [Por Mario Guerrero]

Mario Guerrero Corzo Apeeco

Lloviendo sobre mojado

[Por Mario Guerrero | Jefe de Estudios Económicos de Scotiabank]

La economía peruana enfrenta un primer trimestre difícil. La conflictividad social y la interrupción de vías de comunicación tuvieron un impacto económico material, que alejó el crecimiento económico de su trayectoria previa. La economía registró una expansión de solo 0.9% en diciembre y se contrajo 1.1% en enero, según el INEI, por debajo del ritmo de 2.4% que venía creciendo en los meses previos. 

En febrero, el número de vías interrumpidas se redujo, por lo que el impacto negativo sobre la economía habría sido menor, probablemente cercano al 0% o ligeramente negativo.

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Golpes económicos del ciclón Yaku

Por si no fuera suficiente, la economía enfrenta en marzo un nuevo choque, esta vez provocado por factores climatológicos (ciclón Yaku), con pérdidas de superficies sembradas y daños en infraestructura (principalmente viviendas, puentes y carreteras) en la zona norte del país y en Lima. Con todos estos choques, la economía habría registrado un crecimiento nulo en el primer trimestre.

Lloviendo sobre mojado

Diversos organismos climatológicos aumentan la probabilidad de ocurrencia del fenómeno de El Niño en los próximos meses. La última vez ocurrió hace seis años, en 2017. Pero el clima económico global también se ha enrarecido. El entorno internacional, que inició el año de manera auspiciosa con el relajamiento de la política de COVID Cero de China y alzas en los precios de los metales, viene presentando un giro con vientos en contra acompañados de incertidumbre por los temores respecto de la salud financiera de algunas instituciones en EE.UU. y Europa. Los vientos externos son importantes para el Perú, pues somos una pequeña economía insertada en el mundo y nuestro ciclo económico guarda relación con el entorno global.

Economía peruana resiliente

Se esperaba un 2023 desafiante, pero no tan intenso. El Perú ha demostrado ser una economía resiliente a los embates económicos y, tras la pandemia, el ímpetu emprendedor de los peruanos contribuyó significativamente a construir esa resiliencia. Ello se ha reflejado en el surgimiento de nuevas micro y pequeñas empresas, en el impulso del delivery como canal para potenciar las ventas, y en una rápida digitalización de los medios de pago, que se potenciarán con la interoperabilidad entre Plin y Yape.

El emprendimiento es transversal a los distintos niveles socioeconómicos y a las distintas regiones geográficas, por lo que brindar un entorno más favorable para los emprendimientos es clave para enfrentar estos desafíos.